Saturday, June 8, 2013

Lecturas Exhaustas (volumen II)




Como me he levantado agradeciendo al cosmos la existencia del Ibuprofeno, creo que es buen momento para un copypasteo....

Este texto me fascina, está sacado de "Sputnik, mi amor" de Haruki Murakami y os lo dedico desde mi sumisión en la más grande de las resacas treintañeras.

Buenos días, señores y caballeras, disfruten de este sábado y este texto, donde quiera que estén....


.........


(...)Sin embargo, cada vez que debo hablar de mí mismo me siento, en cierto modo, confuso. Me veo atrapado por la clásica paradoja que conlleva la proposición "¿Quién soy?". Si se tratara de una simple cantidad de información, no habría nadie en este mundo que pudiera aportar más datos que yo. No obstante, al hablar sobre mí, ese yo de quien estoy hablando queda automáticamente limitado, condicionado y empobrecido en manos de otro que soy yo mismo en tanto que narrador -víctima de mi sistema de valores, de mi sensibilidad, de mi capacidad de observación y de otros muchos condicionamientos reales-. En consecuencia, ¿hasta qué punto se ajusta a la verdad el "yo" que retrato? Es algo que me inquieta terriblemente. Es más, me ha preocupado siempre.

Sin embargo la mayoría de las personas de este mundo no parece sentir ese temor, esa incertidumbre. En cuanto tienen oportunidad hablan de sí mismos con una sinceridad pasmosa. Suelen decir frases del tipo: "Yo parezco tonto de tan franco y sincero como soy", o "Soy muy sensible y me manejo muy mal en este mundo", o "Yo le leo el pensamiento a la gente". Pero he visto inumerables veces cómo personas "sensibles" herían sin más los sentimientos ajenos. He visto personas "francas y sinceras" esgrimir sin darse cuenta las excusas que más les convenían. He visto cómo personas que "le leían el pensamiento a la gente" eran engañadas por los halagos más burdos. Todo ello me lleva a pensar: "¿Qué sabemos, en realidad de nosotros mismos?".

Cuanto más pienso en ello, más reacio soy a hablar de mí mismo (si es que realmente hay necesidad de hacerlo). Antes prefiero conocer, en mayor o menor medida, hechos objetivos sobre existencias ajenas. Y, basándome en la posición que ocupan tales hechos y personajes individuales en mi interior, o a través del modo en que restablezco mi sentido del equilibrio incluyéndolos, trato de conocerme de la manera más objetiva posible. (...)







No comments: